Los adelantos tecnológicos han transformado la forma de ejercer los oficios. Algunos profesionales en diferentes áreas cuentan su experiencia.
El caricaturista colombiano Bacteria antes hacía sus dibujos con tinta y en papel, luego los enviaba por fax al periódico. Actualmente, gracias a programas como Photoshop y a dispositivos como el iPhone o las tabletas, tiene acceso a diversos recursos: puede corregir instantáneamente cualquier imperfecto en los trazos o el color. También a través de internet puede revisar noticias, profundizarlas y luego sacar ideas para cada caricatura. “La tecnología ha representado un cambio positivo para mi oficio”, dice.
Gracias a las investigaciones científicas se logró un mejor tratamiento de distintas enfermedades. También el progreso de la ingeniería biomédica ha permitido avances haciendo las intervenciones quirúrgicas menos invasivas. El cirujano plástico Santiago Ruiz dice que también se han mejorado los procedimientos y que la recuperación de los pacientes es más rápida. Las nuevas tecnologías en las terapias de postoperatorio permiten recuperaciones menos dolorosas con ultrasonido, radiofrecuencia y cavitación. Y también surgieron nuevos productos: materiales de sutura, cintas, vendajes y productos farmacéuticos.
Los avances tecnológicos no solo cambiaron la forma de escuchar música con los nuevos formatos de audio, las descargas gratuitas y los dispositivos de almacenamiento; también transformaron el modo de hacerla con los estudios de grabación digitales repletos de recursos electrónicos. El cantante César Mora explica: “Gracias a las consolas es posible reproducir, en tarima, el sonido de varios instrumentos; así, por ejemplo, el público puede escuchar una orquesta entera cuando realmente es la consola la que apoya a un número menor de músicos”. En estudio igualmente hay herramientas como Protools, un editor de audio que permite corregir y añadir elementos a la grabación, cosa que antes era imposible.
Óscar Garcés, fotógrafo profesional desde hace 20 años, cuenta cómo este oficio cambió con la llegada de la fotografía digital a Colombia. Por ejemplo, antes se necesitaba el laboratorio para revelar y “era difícil enviar la foto de un suceso a los medios porque, tras tomarla, tocaba improvisar un cuarto oscuro y luego mandarla por fax”. Ahora las cámaras digitales permiten previsualizar la imagen, borrarla o corregirla. Hay mejores lentes y cada tanto sale una cámara nueva. Tienen incluso Wi-Fi.
Las religiones del mundo han demostrado adaptarse rápidamente a las herramientas que ofrece la tecnología. En las redes sociales, líderes como el papa o el dalai lama llegan a sus adeptos. El padre Alberto Linero cree que la tecnología es una aliada de sus labores en la Iglesia católica: “Twitter me permite llegar a muchas personas con reflexiones sucintas. También con Facebook y el correo puedo conversar con mis feligreses. Y con el iPad puedo llevar la Biblia en forma de aplicación”.
Hoy, la moda se hace con distintos programas de computador que ajustan el color y la forma, lo mismo que con maquinaria pesada que ayuda en la etapa de corte y confección. El diseñador Juan Pablo Socarrás, aunque todavía usa lápiz y papel, resalta la importancia de la tecnología en su profesión: “En el caso de mi equipo de trabajo todos usan distintos programas como Corel Draw o Ilustrator, los clientes exigen ver los proyectos digitalizados”. También están los nuevos materiales que componen las telas, como la tecnología de microencapsulación: prendas que le impregnan a la piel ingredientes naturales.
El arquitecto urbanista Julio César Gómez dice que esta profesión se regía por el dibujo a mano y por saber manejar hábilmente herramientas de escritorio como el dígrafo. La producción de planos para un proyecto podía tardar al menos cuatro meses. Ahora, gracias a la tecnología, el tiempo se redujo a 15 días. “Programas como Autocad y ArcGIS –dice Gómez– permiten evaluar y corregir el proyecto con facilidad. Y las ortofotografías tomadas por satélites para evaluar un terreno en el que se va a construir son una muestra de la gran cantidad de instrumentos que la arquitectura tiene”.